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“Maestros de la Restauración“
por Juan Carlos Pérez-Duthie.

Miami Beach – Sus trabajos traen a la mente imágenes de “El código DaVinci”, de manuscritos secretos y pinturas maestras del arte antiguo. Y aunque la realidad no está dibujada de manera tan fantasiosa, no por ello deja de ser igualmente fascinante.
Porque sin los talentos de la colombiana Gloria Velandia y del puertorriqueño Héctor Maldonado, hubieran estado en juego millones de dólares, así como la reputación de renombrados galeristas, durante la cuarta exposición de arte internacional Art Basel Miami Beach, que tuvo lugar del 1 al 4 de diciembre en el Centro de Convenciones de esta ciudad. La feria, considerada la más prestigiosa de las Américas, se desprende de la Art Basel suiza, la número uno del mundo artístico. 
Velandia dirige el Departamento de Conservación y Restauración de Art Basel Miami Beach 2005, y Maldonado es su asistente. Ellos dos, a la manera de un equipo de cirujanos médicos, “tratan” las muchas piezas de arte que llegan “enfermas”. La cuenta la pagan los exhibidores.
“Según ha crecido la feria en popularidad y en el número de galerías que participan, ha sido mayor el número de piezas dañadas”, cuenta Velandia a El Nuevo Día durante una exclusiva visita tras bastidores. “Yo estaba en París cuando conocí a Sam Keller -director de Art Basel-, y me llamó para que viniera a establecer este departamento”.
Esta es la tercera vez consecutiva que Velandia ofrece sus servicios a Art Basel Miami Beach, y es también la ocasión que más ha visto piezas rotas, quebradas, rasgadas, manchadas, dobladas, golpeadas, astilladas, en fin, todo lo que les pudiera suceder
y que sucede.“Vine al rescate de muchas piezas europeas que sufrieron gran daño. Al igual que obras de Warhol, De Kooning y otros”, cuenta la experta de 40 años, quien divide su residencia entre Nueva York y París, con paradas en el sur de la Florida. Su labor abarca, además, reunirse con el personal de limpieza, con los que transportan el arte, con los galeristas y coleccionistas, con los guías de la exhibición.“Art Basel tiene al mejor equipo de personas para manejar arte. 
El daño ocurre mayormente durante el empaque que hacen las propias galerías o museos, y durante la carga y descarga en la transportación”, explica Velandia, cuyos servicios han sido utilizados por la Biblioteca del Congreso y por la Galería Nacional de Arte, entre muchos otros clientes importantes.
Para sus operaciones de salvamento, Velandia contó este año con el talento del boricua Maldonado, radicado en el sur de la Florida desde el 2001.“Necesitaba a alguien que fuera artista, y cuando mi otro asistente de México no pudo venir, me recomendaron a Héctor”, cuenta Velandia sobre su conexión con el pintor sanjuanero de 32 años,“juntos hacemos de todo, pero él me ayuda especialmente con su conocimiento de la pintura y con sus ojos. Es estupendo emparejando colores, para hacerlos que luzcan como los originales. No todo artista es bueno con el color. Eso en sí es un arte”.
Maldonado trajo consigo una preparación académica artística de la Universidad de Puerto Rico, institución para la cual trabajó restaurando libros valiosos en la Colección de las Artes de la Biblioteca Facundo Bueso. Realizó una maestría en pintura en México, donde vivió por siete años. Y, antes de venir a Miami, de vuelta en Puerto Rico, se ocupó de Maletas culturales, proyecto especial de arte en comunidades marginales organizado por el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santurce.“Lo que más me emociona de todo esto es que estamos haciendo un trabajo que salva obras de arte”, dice Maldonado sobre sus experiencias con Velandia. “les estamos dando vida de nuevo a estas piezas tan importantes”. Y así, con un arsenal que incluye reglas y brochas de todo tipo, herramientas de hueso animal, lápices para retocar fotografías, instrumentos de acero galvanizado para cortar, pinturas, papeles para enmarcar, pigmentos, solventes, lupa, equipo electrónico, adhesivos, y mucho más, el dúo pasa largas horas devolviendo la pieza de arte a un estado en el que no perderá valor.“Todos los trabajos que han pasado por nuestras manos se han vendido”, dice Velandia satisfecha,“una pieza sólo se desvaloriza si tiene más de un 15 por ciento de restauración”. La restauración, ha aprendido Maldonado, debe ser reversible. “Por eso no trabajamos con óleos al retocar”, explica el artista.“Después que diagnosticamos la pieza, tratamos su problema de acuerdo con sus orígenes y operamos, garantizamos que todo lo que hayamos hecho sea reversible, a manera de no alterar para siempre su naturaleza”, finaliza Velandia.

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